¿Progreso o Retroceso? Una larga reflexión para una corta respuesta.

Argentina casi 2011, en plena carrera que nos mantiene ocupados como individuos para estar en lo último de información y comunicaciones; entonces nos quita el sueño manejar mas y mejor a los blogs, wikipedia, google, facebook, twitter, etc etc; palabras o sistemas que no solo eran inexistentes en mis tiempos de formación sino también impensados, ya que el concepto de futuro para mi generación era hacer la conscripción en la Luna, vehículos que andaban por el aire en lugar de las calles, que los platos los lave un robot y tener algo parecido al zapatófono del Super Agente 86.

Estos sistemas aparentemente todo lo simplifica, con solo apretar teclas accedo a datos que antes necesitaba disponer de una mañana para tomar un colectivo, ir a una biblioteca, buscarlo en libros que sospecho que está lo que busco, (o que en el mejor de los casos poseo el dato concreto de título y/o autor) y copiarlo; para nuevamente, con el colectivo de vuelta, poseerlo para mi información o tarea.

Maravilloso!!!, aplausos, medalla y beso para el progreso.

Aunque a algunos nos está costando interpretar que tqm es:" te quiero mucho", que ytmb es: "yo también" y que gr! es: "no estoy para nada de acuerdo".

Juro que un día tenía una cita para un trámite y posterior almuerzo cuando recibí un "esp bco pv a las 14"; lo que interpreté: "esperame en el Banco Provincia a las 14 hs"; obviamente mi cita se frustró porque, según me explicó, era que llegaría al bar del encuentro a tiempo y que le vaya pidiendo un "especial de blanco de pavita a las 14 hs" que era la especialidad de la casa.

Indudablemente me siento (estoy) en otra sintonía a pesar de mis esfuerzos.

Este desconcierto también es trasladable a la educación; estamos asistiendo a la (definitiva?) defunción de nuestra querida Educación Pública, excelsa formadora de personas hasta los

80´, (90´ quizás?).

Grandes y valiosas Instituciones como la Escuela Técnica Otto Krause, también conocida por su antiguo nombre Escuela Industrial de la Nación, el Nacional de Buenos Aires, la Escuela Superior de Comercio Carlos Pelegrini, el Industrial de San Fernando y su Tecnicatura Náutica, la Escuela Normal Superior José Gervasio Artigas de San Fernando, o nuestros queridos Nacional, Industrial y Comercial de San Isidro o el Industrial de Tigre, por nombrar unas pocas de las tantas que entregaban jóvenes instruidos desde un nivel secundario aptos para enfrentar las necesidades que la sociedad les exigía para "ganarse la vida".

Hoy, según parece, el piso pasó a ser un nivel terciario como mínimo y Universitario como ideal, en Entidades Privadas que, cuanto mas nombres en ingles hayan tenido, mejor!

No puedo evitar una comparación, odiosa pero inevitable, de un relato verídico de situaciones parciales de un barrio del norte del GBA, del los hoy denominados "alta gama", que pueden expresar por sí mismas, lo que deseo transmitir, veamos:

A fines de los 60´ y por todos los 70´ los alrededores de Tomkinson y Sucre se inundaban, y mucho; cuando las intensas lluvias desestabilizaban al rebelde arroyo Pavón todos los adultos sufrían, pero nosotros, los adolescentes de la época, habíamos desarrollado una extraña virtud de divertirnos con la inundación mientras ayudábamos a los vecinos a superar el pésimo momento.

En ese contexto es que Luis G. y Silvio DM, alumnos del Industrial de Tigre uno, y del Industrial de San Isidro el otro, se ofrecieron a hacerle una reparación eléctrica a un problema que la inundación había producido en la casa de Alberto R., un inmigrante chileno de escasos recursos.

En ese entonces, Luis de 17 años y Silvio de 16, ya tenían el respaldo de una conciencia social vivenciada por las experiencias, juegos, las necesidades y el fondo técnico de una Educación Pública a nivel secundario; conclusión: le hicieron una instalación eléctrica completa en una humilde vivienda que aún hoy, casi 40 años después, se mantiene vigente y funciona perfecta.

En ese mismo barrio, en las mismas calles que hoy ya no se inundan porque el inestable arroyo Pavón está mansamente entubado, Gabriel M. de 23 años, faltándole no mas de tres materias para recibirse de Ingeniero Industrial en una Universidad Privada, llama a un electricista que demora mucho en venir (por la demanda, vio?), para cambiar un artefacto de luz en su cuarto ya que " a la electricidad le tengo mucho respeto" (¡?!) .

Gabriel M. es muy amigo de Nahuel C. a punto de terminar un pos grado comercial, el cual comprobamos, que no te puede informar cuanto es el 18% de 100, porque "no tengo calculadora a mano".

Me regocijaría también contando relatos de antaño de nuestras andanzas de la Escuela Nº6; de Fabio D., 3º generación de jardineros que hoy debería llamarse "paisajista" o "yard boss" o "master of landscapes", Fabio siempre puso "jardinero" en sus formularios y tarjetas ; o de Luis DM un "mago de la telefonía" según cuentan, o de Tony R. que de tanto estar limpiando y haciendo producir tornos y fresadoras, hoy es de los pocos operarios de maquinaria petrolera que quedan disponibles, o de Angel G. uno de los últimos zapateros remendones abarrotado de trabajo,...y tantos otros.

Hoy, ya "cincuentones chotos", Luis G, Silvio DM, Fabio D, Luis DM, Tony R, Angel G.;miran sin entender al casi Ingeniero Gabriel M. que le tiene miedo a la electricidad;

Silvio DM dijo sabiamente : " lo que pasa es que Gabriel M. hace 10 años que conoce la electricidad por los libros, y a nosotros a los 10 años ya la electricidad nos cagaba a patadas a cada rato".

Lo que hoy nos caga a patadas es la Educación, demasiada preocupación por la información y nada para la formación.

Hoy "la calle" está muy lejana, las relaciones humanas son una materia y una especialidad, cuando en la Educación Pública de antaño eran una necesidad y algo cotidiano.

Tomkinson y Sucre hasta los 80´ era un barrio casi sin nombre que se inundaba, con adolescentes formándose con experiencias comunitarias y fundamentos primarios y secundarios en ámbitos públicos; hoy es Lomas de San Isidro o parte de La Horqueta, ya no se inunda y los jóvenes se informan en niveles universitarios mayormente privados, accesos con password de Internet, para su futuro Barrio Privado y con seguridad privada. Demasiado privado todo.

Lo privado seguro que de algo los priva.

Es entendible que Gabriel M. ya casi un Ingeniero Industrial, le tiene que tener miedo a la electricidad, o que un Master en Comercio como Nahuel C. necesite de una calculadora para un dato básico; ellos han ganado en información muchísimo menos de lo que han perdido en sentido común.

Se les cerraron las puertas de la calle.

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