16 de abril de 2013

Mutame o Matame.


Mutame o Matame.                             Abril 2013

Televisión. Fútbol y Política el reflejo de la realidad.
Todos, o la gran mayoría, estamos muy disconformes con la realidad; queremos otra cosa en muchos aspectos,  queremos cambios, profundidades, grandezas y  cuestiones esenciales hoy abandonadas o perdidas.
En muchos de los casos creemos que nos debemos una evolución en los temas, las ideas y las personas; pero en otros tantos la deuda y la angustia aparecen porque creemos firmemente que los tuvimos y los perdimos; y eso se debe a que simplemente esas realidades mutaron:
Mutar:   mudar / transformar de forma, de aspecto, de carácter o de costumbre.

Antes eran y hoy ya no son:
Televisión:
Antes: Los “reyes” de la TV eran los artistas, buenos actores o actrices, historias de novelas atractivas y entendibles, sobrios conductores, programas cuya calidad, contenido o esfuerzo “atravesaban” la pantalla o el carisma personal se sostenía con su trayectoria o demostración de dones que producía admiración general, por ende audiencia y éxito.
Hoy: Su Majestad el minuto a minuto determina la permanencia. Solo es necesario “medir” para pertenecer al mundo televisivo, y esa medición se logra con conflictos reales o inventados, rarezas, morbo, peleas bizarras, muestras de mal gusto o simplemente de personalidades irritantes cuyo aporte es nulo de toda nulidad. Personajes de escaso o inexistente sentido de integridad cuyo horizonte de vida solo es el de mostrarse y ser reconocido, para nada importa porque motivo, razón o circunstancia. Las “mediciones”,  sean estas a partir de verdades o de ficciones, inmoralidades o sensatez; son las que marcan la permanencia y continuidad televisiva, Todo los valores que “antes eran”, hoy ya no son porque no miden de manera satisfactoria a los intereses comerciales por la cantidad de audiencia logrados..

Fútbol
Antes: El deporte del pueblo, de la gente; simplemente lo era porque era el reflejo de la vida misma.  Porque de chiquitos, al jugarlo, los varones se acostumbraban a saber qué lugar podían ocupar entre sus pares, y cual no, las ventajas de ser el dueño de la pelota, la habilidad de rodearse de los mejores para cada puesto y situación en la “pisadita” previa. Y al ser espectador, el manejar las emociones de los éxitos y los fracasos; saber moderar la euforia del triunfo heroico y no dejarse vencer por las depresiones que causaba la derrota inesperada. Todo en un ambiente pródigo de códigos, lealtades y éticas de convivencia con nuestros pares, y de tácticas y estrategias defendidas comunitariamente frente a rivales que, rara vez, excedía la categoría de “escaramuza violenta” en los eventuales desmadres.
Ahora: Es un “espectáculo deportivo” donde las reglas y motivaciones están mas ligados con la rentabilidad que con la habilidad con los pies. Co-existe una mixtura extraña y peligrosa donde convive la pasión desenfrenada del espectador, con los horizontes poco claros del futbolista y su representante que le desarrolla una avidez por la plata por encima de defender el arco propio y atacar el contrario, y los intereses económicos de grandes empresas que, sin escrúpulos, fuerzan las reglas deportivas; todo comandado  por dirigentes amateurs de escasa, nula o violable capacidad.  Por si fuera poco, la pasión descontrolada dio lugar a la droga y sus enormes negocios paralelos generando la “barra brava” como organización de choque, jerarquía vertical y estructura poderosa al servicio del corrupto de turno con la brutal connivencia de las fuerzas policiales  y políticas del lugar de origen, y aún mas lejos.

Política:
Antes: Los ideales personales y comunitarios marcaban el rumbo a seguir. Debido a que, como siempre ha sido “cada hombre tiene su precio”, estos principios solían torcerse, pero la idea básica seguía su curso sin el /los caído/s en pecado de turno. O si simplemente había divergencias con la columna de pensamientos, se producía una  bifurcación del camino emprendido, con las modificaciones del caso y a “remarla desde abajo”.  “Hacer política” era sólo contagiar ideas, intentando multiplicarse para que, por mayoría, todo se vaya transformando de manera lo mas armoniosa posible y con la mayor cantidad de militantes activos.
Hoy: Los ideales y las cantidades están subordinados al poder. Las ideas sin poder de parte del que las tiene, no significan nada. Las minorías están condenadas a dejar de serlo simplemente para ser escuchadas, y ni hablar para ser consideradas. “Hacer política efectiva” hoy significa “construir poder  concreto“; sin poder concreto no existe la política efectiva, todo se reduce a meras ideas tan solo atractivas o emocionalmente conmovedoras, hasta ahí solamente. La política actual, y sus métodos, han alejado aún más a las utopías. Lo que es peor aún, practicamente no interesa de donde se obtiene el poder, simplemente hay que poseerlo para ser una herramienta activa de la política reinante.

El problema:
Evidentemente estos temas, tomados de manera muy resumida y solo como muestras de nuestra modernidad, han cambiado, han mutado; y la mala noticia es que no conozco nada de lo que muta que vuelva a su estado original (habrá?), no solo no conozco, sería racionalmente imposible que así sea; cuando algo se aleja de su referente nunca vuelve a el, simplemente va en busca de nuevos horizontes disfrazado de cambios evolutivos; ya nada será como era.

La conclusión:
 Releo los antes, los ahora, y el problema; y solo queda una salida valedera; mutar a mejores y mas valederos  destinos lo ya mutado. Eso señores se llama evolución positiva. Asumir que ya nada será como era por ley natural, estamos obligados a cambiar, mutar una vez mas  y  esta vez capitalizando los errores cometidos y afirmando los aciertos.
Creemos erróneamente que el “que se vayan todos”, o “rompamos todo” dará lugar a cambios radicales o revoluciones regenerativas; y la realidad histórica nos demuestra que es imposible desde esos puntos de partida o de pensamiento. Solo es posible generar mutaciones desde “adentro”, y ello solo es posible desde “el estar involucrado en las mutaciones”, ser sabios transformadores de la realidad desde la propia realidad; poniendo los pies en el barro e intentar secarlo; meterse en las aguas y tener fe que estas se abrirán; no solo esperar que se abran para atravesar los inconvenientes, eso nunca fue así, ni lo será.

19 de marzo de 2013

Jesús y la Política


Como cristiano comprometido y deseoso de tomar posición correcta frente a las realidades políticas, me encontré con una declaración contundente del Arzpobispo sudafricano Desmond Tutu, premio Nobel de la Paz, en las cuales dice: no hay nada mas político que afirmar que la religión no tiene nada que ver con la política”.
Por lo tanto pienso que intentar separar la política de la religión es como intentar separar el cuerpo de la mente, entendiendo como “religión” todo pensamiento o formación trascendente y espiritual.
El descubrimiento (?) de América y su posterior “colonización evangelizadora civilizada”; La expansión musulmana en el mundo, el boicot chino a la presencia del Dalai Lama en el Tibet, la política israelí frente a las naciones árabes, la intransigencia de la corona británica en no admitir la independencia de Irlanda del Norte, o las legislaciones caseras de distribución de bienes y esfuerzos laborales o tributarios, son cuestiones políticas con fuertes resonancias religiosas, o cuestiones religiosas que necesitaron y se valieron de la política.
Una observación clarísima y contundente es la de Clodovis Boff(1), teólogo brasileño[i], "todo es político, pero lo político no lo es todo".
Una correcta hermenéutica (2)[ii] de la vida de Jesús nos hace ver claramente que tuvo implicaciones políticas aún antes de que El naciera.
Herodes (3), tuvo terror de las consecuencias políticas que le podía acarrear el nacimiento del Mesías en su territorio y ordenó la matanza de los niños recién nacidos. Para María, el hijo esperado era una bendición del Señor que "derriba del trono a los poderosos y eleva a los humildes, que llena de bienes a los hambrientos y despide a los ricos con las manos vacías" (Lc 1, 52-53).
Si la religión no tuviese nada que ver con la política, Juan El Bautista, primo de Jesús, no habría sido preso y asesinado por orden de Herodes, que por el fue denunciado como corrupto (Mr 6, 17-29). Toda la misión de Jesús es un conflicto permanente con las autoridades de su tiempo: escribas, fariseos, saduceos, miembros del Sanedrín y de la corte romana. El hecho de que Jesús denunciara la hipocresía de la ley humana, defendiera los derechos de los marginados, proclamara un Reino que no era el del César... provocó la ira de Herodes, a quien El trató de "zorro" (Lc 13:32).
Cuando los apóstoles sugirieron que Jesús despidiese a la gente hambrienta que los seguía en esos momentos, para simplemente descansar y comer, El reaccionó, obligándolos a repartir los alimentos (Mr 6, 30-44). En la oración que Jesús enseña, el paralelismo "Padre nuestro / pan nuestro" deja claro que no se puede testimoniar que Dios es nuestro Padre si no nos llevamos como hermanos compartiendo los bienes de la tierra y los frutos del trabajo humano dignamente y sin abusos por parte del que reparte.
En rigor de verdad, todo el Evangelio de Lucas nos muestra a un Jesús expresa e implícitamente comprometido con la realidad social y política de sus días.
Jesús se opuso frontalmente a las estructuras de opresión física y económica, de abusos con el trabajador de la tierra, con el aislamiento desprotegido de los presos, las viudas y los enfermos,y con la violencia que dominaban en su momento histórico.  Por todo eso acabó ejecutado en crucifixión romana.
De hecho, la manera que el Nuevo Testamento aborda la cuestión de principados y potestades admite un análisis mucho más profundo y certero de la realidad política y social en que vive la humanidad.  En síntesis, los principados y las potestades fueron creados o permitidos por Dios para beneficio de la humanidad.  Pero se han rebelado, reclamando para sí una obediencia y lealtad absolutas que constituyen nada menos que idolatría.  A pesar de ello, sin embargo, Dios sigue siendo capaz de utilizarlos, aunque imperfectamente para la mirada limitada humana, para beneficio de las personas.  Los principados y las potestades están en rebeldía pero no son inútiles.  Nos encontramos así con la paradoja de que no podemos vivir sin ellos (porque sin ellos la sociedad humana derivaría en anarquía).  Pero tampoco podemos vivir con ellos (porque nos exigen la mismísima vida en sus idolátricas exigencias totalitarias).  Llega Jesús y desenmascara las pretensiones absolutistas de las potestades, porque El sí sirve al ser humano en lugar de esclavizarlo.  Entonces las potestades le asesinan como usurpador ilegítimo, poniéndose en evidencia ellas mismas como usurpadoras y rebeldes contra la voluntad de Aquel que las creó para servir a la humanidad
Todo cristiano es discípulo de un prisionero, condenado y ejecutado  político. Jesús no murió de accidente de camello en una calle de Jerusalén, ni de hepatitis en la cama. Fue asesinado bajo dos procesos políticos sumarísimos, el del Sanedrín y el de los romanos. Era preciso callar a aquel que enseñaba que la persona humana es más sagrada que el Templo de Jerusalén, el sábado, la ley humana o el palacio de Herodes en Tiberíades.
El ciego, el enfermo, las viudas, los presos, el pobre Lázaro, así como Zaqueo, son templos vivos de Dios. Ningún orden político puede considerar el derecho de la propiedad por encima de los derechos de la vida digna de las personas. Para la fe cristiana, la salud de un pobre enfermo vale mucho más que la manada de cerdos que Jesús precipita en el lago (Lc 8, 26-33), así como el derecho de los sin-tierra está por encima de la propiedad de la tierra ociosa, o el salario del trabajador por encima del lucro del patrón, la educación de los niños de la calle por encima de los intereses de los bancos, el cuidado de los ancianos por sobre las “prevenciones anti-crisis”, los esfuerzos para reeducar a los presos, por sobre la comodidad de esconderlos, y el cuidado de los enfermos, por sobre las inversiones en infraestructura.
El Cristianismo no es un partido político ni puede confundirse con ellos. Es por razones éticas y pastorales por las que se expresa sobre la política, no por razones electorales. Siendo Iglesia de hombres y mujeres imperfectos y pecadores en proceso de redención,-y no de ángeles- tiene el deber de velar para que, ya en este mundo, "todos tengan vida y vida en abundancia" (Jn 10, 10). Para esto vino Jesús a restaurar el paraíso creado por el Padre y subvertido por el egoísmo y el pecado humano.
Rara vez, para no decir nunca, surgió como una opción política muy clara y presente, una opción que jamás ha sido reconocida como francamente política es decir, interesada en el bienestar del prójimo, de la sociedad y del mundo porque sus planteamientos son tan radicalmente originales y ambiciosos que seguramente generan temores en las estructuras nacidas desde lo limitado del egoísmo y la ambición humana.


[i]  Clodovis Boff (* Concórdia, Santa Catarina, Brasil, 1944). Teólogo, filósofo, escritor, profesor, brasileño.

[ii] La hermenéutica (del griego ρμηνευτικ τέχνη, jermeneutiké tejne, ‘arte de explicar, traducir o interpretar’) es la interpretación de textos en la teología, la filología y la crítica literaria.

3 Herodes (en hebreo הוֹרְדוֹס Hordos), más conocido como Herodes el Grande (en griegoΜέγας ρδης) o Herodes I (Ascalón, 73 a. C.  Jerusalén, 4 a. C.), fue rey de Judea,Galilea, Samaria e Idumea desde el 40 a. C. hasta su muerte, en calidad de vasallo deRoma. Su figura es conocida en la tradición cristiana por instigar la llamada Matanza de los Inocentes.