A un brevísimo pasito de mis 50 debo reconocer que en toda mi vida hay solo 2 cosas que perdí:
1) La sensación del tiempo ilimitado, (ya hablaré de ello),y
2) Mi casi extinguida capacidad de asombro.
Veamos:
Yo le atribuyo a mi zambullida a "la vida" desde mi temprana infancia/adolescencia, ya que a los 9 años ya tenía un trabajo fijo, a los 10 estaba en la secundaria y a los 19 fui dueño de un negocio con 7 empleados, y por si fuera poco me casé y tuve la primera de mis 4 hijas/os.
Esta ráfaga de 10 años de existencia pero de innumerables experiencias, responsabilidades y emociones, se mantuvieron (y profundizaron) en los siguientes 30 años tan o más intensos que los relatados, por lo tanto llego a mis "jóvenes" 50 habiendo visto todo lo que se puede pretender ver, sintiendo todo lo que se puede sentir, sufriendo todo lo que se puede sufrir y cagandome de risa de mucho mas de lo que se puede hacer.
Y ahora ......???
Lo único que me sorprende es mi habilidad para cocinar/me cositas ricas que suelen alimentar estas grasas prennes pos-adolescentes.
Necesito imperiosamente otra fuente de sorpresas y/o satisfacciones ya que explotar parece ser mi destino inevitable.
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Descarto totalmente "raras experiencias sexuales", soy un clásico y totalmente asumida mi masculinidad, así que en este rubro "no hay cuorum".
Me parece que una buena yerba o experimentar con unas rayitas que tan bien supe evitar en todos estos años serían una buena opción. Siento que me gané la posibilidad de la experiencia.
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Veremos que decido.
